From the age of uniformity, from the age of solitude, from the age of Big Brother, from the age of doublethink.
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jueves, 3 de julio de 2008

del carro que cruzo la calle pero no se escapo

Hoy jueves 3 de julio del año de las cumbres, gran sorpresa vivieron conductores limeños a la altura de la cuadra 53 de la Javier Prado Este cuando el sedan nissan, propiedad de José Anda-Enlasnubes Huaman, por fin, después de lo que luego comentaría, años de planeación, intento darse a la fuga de su descuidado dueño. Todo comenzó cuando al haber parqueado sobre la vereda frente a un taller conocido en esa avenida, el señor Anda-Enlasnubes dejo el fugitivo nissan sin atención, lo que nunca sospecharía es que su auto decidiría cruzar la Javier Prado por su cuenta. El trafico proveniente de la Molina no identifico nada extraño en el nissan blanco que realizaba la maniobra arriesgada cortándoles el paso indescrimidadamente. El jefe de la policía describiría esto posteriormente como el “efecto lobo” mejor conocido entre los limeños como “otro concha su madre desconsiderado hijo de puta que cree que la pista es suya cholo imbécil” que tiene como consecuencia que ni el peor comportamiento vial sorprenda a los conductores en esta ciudad. Sin embargo esta ves si se trataba de algo diferente, recién al no acercarse lo suficiente y habiendo agotado los recursos de intimidación disponibles, un conductor nos cuenta, se percato finalmente que el auto avanzando frente a él no tenia conductor. Por suerte el fugitivo nissan blanco calculo mal el ángulo de entrada en el volteo y choco contra la vereda, lo que lo paro inmediatamente. Fueron los momentos siguientes de confusión e insultos y cláxones que alertaron al dueño del nissan del intento de escape de su auto. Según testigos, el señor Anda-Enlasnubes no demostró señal de sorpresa y proseguir calmada y lentamente a abordar su vehiculo y conducirlo lejos del área del incidente, lo que hace pensar que talvez no ha sido la primera vez que vive una situación similar. Una vez despejada la vía, el tráfico prosiguió su flujo normal, y los involucrados dieron el suspiro de alivio de que nadie resultara herido y se evitaran colisiones. “Fue una experiencia diferente”, contó un testigo en una entrevista posterior. “A veces uno anda como dormido por la vida y son pequeñeces las que nos sacan de la rutina las que nos hacen ver la belleza de la vida” sin embargo hubo otro testigo que declaro: “fue interesante, sin embargo si alguien me contara algo así, pensaría que es porque esta aburrido y no tiene nada mas que hacer que hacerme perder el tiempo o simplemente hueviarme”. Cabe decir que el nissan blanco fue interceptado posteriormente y cuestionado por los motivos de su lucha. La policía declaro que esta vez no habrá sanción, sin embargo que se le exigirá visitar a un psicólogo de parejas en las que su dueño y el mismo tendrán que hablar y en lo posible, resolver sus diferencias. Un buen final a otra historia de las que día a día suceden en las sobrecargadas calles de la gris Lima en las que el que frena, pierde.

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